Rabino Oury Cherki

Truma - ¿De quién debía Israel tomar una donación?

Publicado en la página web de Centro Mundial Noájida. El artículo original en hebreo.




"Di a los hijos de Israel que tomen una ofrenda para mí; de todo aquel cuyo corazón le mueva a hacerlo, tomaréis mi ofrenda" (Éxodo 25:2).

El verso esta construido de acuerdo con la estructura: "Diles a A, que tomen de B". Es claro que, de acuerdo con este patrón, A no es B. Entonces cuando el texto dice: "Di a los hijos de Israel…de todo aquel cuyo corazón le mueva a hacerlo". Quiere decir que todo hombre cuyo corazón sea sincero no se refiere a los hijos de Israel, sino a los gentiles.

Pero esta conclusión no se adecua al hecho de que al fin y al cabo quienes dieron la donación fueron los hijos de Israel, como está escrito más adelante cuando Moisés ordenó a Israel:

"Y habló Moisés a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que el SEÑOR ha ordenado, diciendo: "Tomad de entre vosotros una ofrenda para el SEÑOR; todo aquel que sea de corazón generoso, tráigala como ofrenda al SEÑOR: oro, plata y bronce" (Éxodo 35:4-5).

En otras palabras, la Torá formuló las oraciones de Moisés de modo que el mandamiento se entendiera específicamente para los hijos de Israel. Si esto es así, ¿por qué cuando el SEÑOR habla (en éxodo 25:2) el mandamiento esta formulado de modo que los gentiles trajeran la ofrenda?

¡Se supone que la Divina Presencia está en el Tabernáculo donde Dios se revela a la humanidad, para el mundo entero! Y por lo tanto no hay razón para no pedir de todos sus hijos, de todos los hombres que participarán en la preparación de este recipiente para la Shejina, la presencia divina. Es cierto que este recipiente, el tabernáculo, está dentro del pueblo judío, pero no es solo para beneficio exclusivo del pueblo de Israel, sino para la humanidad en su totalidad.

La explicación está relacionada con la esencia misma de Israel: cuando Dios se le reveló a Abraham, le dijo: "Bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga, maldeciré. Y en ti serán-benditas todas las familias de la tierra" (Genesis 12:3). Es decir, la bendición y la gracia esencial de Abraham es para beneficio de toda la humanidad, la palabra "serán-benditas" (en hebreo: "Nibreju", de la raíz hebrea Habraja) se interpreta, como se hace con la vid, en la cual de dobla una rama y se la inserta en la tierra. En el punto de entrada de la rama en la tierra, las raíces crecerán y crearán un nuevo árbol de vid. "Y en ti serán-benditas todas las familias de la tierra" – la intención es que será tomado de cada una de las naciones del mundo, traído y conectado a la tierra (simbolizada por Abraham) y se formará una nación que constituye una síntesis de todas las naciones.

Si es así, ¿por qué esto no es explicado más claramente? ¿Porque queda esto en una forma teórica y no es llevado a la práctica? Ya que las donaciones para el Mishkan finalmente en la realidad las dió el pueblo de Israel solamente. En el futuro puede ser que esto se cumpla.

¿Cuáles son las cosas buenas que los gentiles tenían para ofrecer al Mishkan? La respuesta está en el siguiente verso (Éxodo 25:3):

"Y esta es la ofrenda que tomaréis de ellos: oro, plata y bronce".

En el libro de Daniel hay una descripción del sueño que vio Nabucodonosor, rey de Babilonia: "Tú, oh rey, tuviste una visión, y he aquí, había una gran estatua; esa estatua era enorme y su brillo extraordinario; estaba en pie delante de ti y su aspecto era terrible. La cabeza de esta estatua era de oro puro, su pecho y sus brazos de plata, y su vientre y sus muslos de bronce, sus piernas de hierro, sus pies en parte de hierro y en parte de barro" (Daniel 2:31-33).

Siguiendo el sueño luego:

"Estuviste mirando hasta que una piedra fue cortada sin ayuda de manos, y golpeó la estatua en sus pies de hierro y de barro, y los desmenuzó. Entonces fueron desmenuzados, todos a la vez, el hierro, el barro, el bronce, la plata y el oro; quedaron como el tamo de las eras en verano, y el viento se los llevó sin que quedara rastro alguno de ellos. Y la piedra que había golpeado la estatua se convirtió en un gran monte que llenó toda la tierra" (Daniel 2:34-35).

Daniel interpreta el sueño del rey y le dice:

"Tú, oh rey, eres rey de reyes, a quien el Dios del cielo ha dado el reino, el poder, la fuerza y la gloria; y dondequiera que habiten los hijos de los hombres, las bestias del campo o las aves del cielo, El los ha entregado en tu mano y te ha hecho soberano de todos ellos; (Babilonia) eres la cabeza de oro. Después de ti se levantará otro reino, inferior a ti (Persia, brazos de plata), y luego un tercer reino, (Grecia) los muslos de bronce, que gobernará sobre toda la tierra. Y habrá un cuarto reino, tan fuerte como el hierro (el imperio Romano); y así como el hierro desmenuza y destroza todas las cosas, como el hierro que tritura, así él desmenuzará y triturará a todos éstos. Y lo que viste, los pies y los dedos, parte de barro de alfarero y parte de hierro, será un reino dividido; pero tendrá la solidez del hierro, ya que viste el hierro mezclado con barro corriente. Y así como los dedos de los pies eran parte de hierro y parte de barro cocido, así parte del reino será fuerte y parte será frágil. En cuanto al hierro mezclado con barro corriente que has visto, se mezclarán mediante simiente humana; pero no se unirán el uno con el otro, como no se mezcla el hierro con el barro. En los días de estos reyes, el Dios del cielo levantará un reino (el reino del Mashiaj) que jamás será destruido, y este reino no será entregado a otro pueblo; desmenuzará y pondrá fin a todos aquellos reinos, y él permanecerá para siempre, tal como viste que una piedra fue cortada del monte sin ayuda de manos y que desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha hecho saber al rey lo que sucederá en el futuro. Así, pues, el sueño es verdadero y la interpretación fiel" (Daniel 2:37-45).

Por lo tanto, de esto vemos que tanto Babilonia, como Persia y Grecia tienen una participación en la santidad que se creará. Cabe señalar que el cuarto metal, el hierro, no fue llevado a participar de la santidad del tabernáculo. ¿Qué fue lo que le impidió a Roma participar en la santidad? Roma es el origen del juicio (Rigor), muy a menudo los tribunales de justicia, basados en la "formalidad del derecho Romano" ignoran y se desentienden de la Moral verdadera. La Moral es la base y raiz de la santidad.

Pero así y todo al final, no tomaron una donación de las naciones. ¿Por qué? Debido a que entre el mandamiento de hacer el Mishkan y su construcción en la práctica, ocurrió un acontecimiento crucial, el pecado del becerro de oro. Esta caída muestra una debilidad critica en el pueblo de Israel y incluyendo la incapacidad para volverse hacia las naciones, de modo que la contribución real finalmente fue tomada desde dentro de la nación… "Tomad de entre vosotros".

Pero ¿de dónde sacaron el oro para el tabernáculo?

¡¡Del saqueo de Egipto!! El oro de Egipto es oro que puede ser usado y ayudar a conectar al pueblo de Israel con la presencia Divina, la Shejina. Él tiene un poder tremendo. Pero también esta en el la posibilidad de hacer un becerro de oro…

¿Cómo se distingue entre el oro del becerro de oro y el del Tabernáculo?

A través de un trabajo de depuración en un laboratorio. El laboratorio es el desierto y el pueblo de Israel, ellos son los que deben a ver el trabajo de separar los tipos de oro. Aquí hay una minuciosa clasificación y depuración de valores, que el pueblo judío debe hacer.

Y esto es lo que hace el pueblo de Israel a través de la historia. Por ejemplo, desde Babilonia trajimos los nombres de los meses para el calendario hebreo. Desde Egipto tomamos la idea de llevar un totefet (Filacteria) en la cabeza (tefilín) y otras Mitzvot que fueron tomadas de rituales de las naciones.

Incluso hoy en día, en el Estado de Israel hemos traído valores de todas las naciones del mundo. Es necesario evaluar, clasificar y depurar cada valor, ya sea bueno o malo. El pueblo de Israel debe tomar los buenos valores de todas las naciones del mundo, recogiendo así "las chispas divinas", y rechazando lo inadecuado.