Rabino Oury Cherki

Vaiakhel-Pekudei - El final del Génesis

Publicado en la página web de Centro Mundial Noájida. El artículo original en hebreo.




La palabra "Mishkan" aparece dos veces seguidas en la porción semanal de la Torá ("Estas son las cuentas del Tabernáculo, el Tabernáculo de testimonio" [Éxodo 38:21]), Nuestros sabios (en el tratado de Tanjuma) predijeron que en el futuro sería tratado como un "depósito a corto plazo" y que eventualmente sería destruido a causa de los pecados de la nación (la palabra mishkan puede relacionarse con mashkon, una garantía de préstamo). Esto nos enseña que la residencia de la Shejina (la Presencia Divina) en este mundo, es un efecto débil el cual no tiene la fuerza para permanecer de forma constante a lo largo de toda la historia. Este fenómeno está relacionado con el hecho de que el Tabernáculo representa la aparición de la santa presencia, cuya raiz está en el infinito, dentro de las limitaciones del mundo real.

La presencia del mundo sagrado (separado) en el reino de la naturaleza es en cierto modo la plantación de un objeto extraño dentro de la realidad. Y dado que la naturaleza se resiste a cualquier elemento que sea ajeno a ella, siempre que la historia continúe según las líneas naturales, cada templo que se construya eventualmente será destruido. Este estado de cosas continuará hasta la construcción del Tercer Templo, cuando el mundo y el Templo estarán perfectamente correspondidos el uno con el otro. Entonces el el mundo entero se elevará al estado del Templo, como está escrito por nuestros sabios: "Jerusalén extenderá desde Gaat hasta las puertas de Damasco" [Shir Hashirim Rabba 7:3], y la Tierra de Israel crecerá hasta abarcar todo el mundo. Del mismo modo, el Templo ocupará todo el espacio de Jerusalén, como está implícito por Zacarías (14:21).

Cuando la santidad comience a extenderse en todo el mundo, el Templo ya no será destruido. Podemos pensar en la historia como planeada a través de una secuencia de periodos, donde el Templo existe durante algunos y se destruye durante otros, y esta interacción entre el mundo sagrado separado y la naturaleza, es la que conduce al progreso del mundo.

En la porción de la Torá de esta semana, la frase "tal como Di-s ordenó a Moshé" aparece dieciocho veces. Esto puede darnos una indicación de cómo el Templo ayuda a completar la perfección de la creación. En la descripción de la creación en Génesis, la frase "Y Di-s dijo" aparece nueve veces. Es cierto que "el mundo fue creado con diez declaraciones" [Tratado de Avot 5: 1], pero la primera de estas, es la palabra Bereshit ("En el principio"), la cual no es claramente revelada como una declaracion.

El mundo creado y revelado puede absorber solo nueve de las declaraciones. Está escrito, "Las acciones de los justos son mayores que las acciones de la creación del cielo y de la tierra" [Tratado de Ketuvot 5a]. Con respecto a la creación, está escrito, "Mi mano hizo los cimientos de la tierra y Mi diestra midió los cielos" [Isaías 48:13]. Esto pareciera implicar que el Santo, Bendito sea, crea el mundo con una sola mano. Pero con respecto al Templo está escrito, "Tú los traerás y los plantarás en el monte de tu heredad, el lugar que has hecho para tu morada, oh SEÑOR, el santuario, oh Señor, que tus manos han establecido" [Éxodo 15:17] - es decir, con las dos manos.

En el Templo hay un vínculo entre la mano que creo los cielos y la mano que creo la tierra,y esto muestra la unidad de toda la creación. Y es por esto que cuando se refiere al Tabernáculo el número de declaraciones es el doble (dos veces Nueve declaraciones) - y la frase "tal como Di-s ordenó a Moshé" aparece dieciocho veces. (Como explico el Rabino Shlomo Goren z"l.)

Desde el momento en que se completó el plan de la Creación, con la construcción del Templo, deberíamos terminar aquí La Tora. Y, de hecho, la porción de la Torá de esta semana termina con las palabras, "Porque la nube del SEÑOR estaba de día sobre el tabernáculo, y de noche había fuego allí a la vista de toda la casa de Israel…." [Éxodo 40:38]. Esto es muy similar a las palabras al final de la Torá ("y por la mano poderosa y por todos los hechos grandiosos y terribles que Moisés realizó ante los ojos de todo Israel" [Deuteronomio 34,12]). De hecho, correspondía haber terminado aquí, porque la Shejiná, la presencia Divina, ciertamente apareció y residió aquí abajo, en la tierra. Sin embargo, en la porción de la Torá de esta semana hay palabras adicionales: "…en todas sus jornadas (viajes)" [ibid]. Dado que el Templo no fue llevado a su destino y fijado en su lugar, la Tierra de Israel, y todavía la unidad perfecta todavía no es alcanzada, donde la Shejina alcanza su posición ideal, en el Monte Moriah, en Jerusalem.