Rabino Oury Cherki
Koraj - "Él vio a Samuel"
Publicado en la página web de Centro Mundial Noájida. El artículo original en hebreo.
No estar de acuerdo con Moisés debe ser una de las cosas más difíciles que una persona puede intentar. Después de todo, su personalidad, que era más grande que la de cualquier otro ser humano, irradiaba un gran poder que sin duda era difícil de resistir.
A pesar de esta dificultad, Koraj logró hacerlo. El Natziv (Rabi Naftali Zvi Yehuda Berlin) explica que había tres componentes que se juntaron, para ofrecer una oposición a Moisés, cada uno de los cuales no habría sido capaz de librar la controversia solo.
La primera figura en la disputa era una persona respetada, Koraj y no se podía esperar de una persona de su nivel, el oponerse abiertamente a Moises. El otro grupo eran dos, Datan y Abiram, tenían fama por sus malos atributos y acciones, y no había manera de que solos pudieran enfrentarse al líder de la generación. El tercer grupo, hombres inocentes y simples que querían acercarse a Di-s trayendo incienso al Lugar Santísimo, sin duda no se han atrevido a levantarse contra Moisés por su cuenta.
La situación cambió cuando los tres elementos unieron sus fuerzas. La figura respetada (Koraj) manipula hombres de bajo nivel moral, pero que son activistas enérgicos (Datan y Abiram) e incitan a multitudes ingenuas (250 hombres simples).
El resultado es una combinación de los deseos espirituales de la mayoría, los celos de los activistas y el deseo acrecentado de adquirir honor, por parte del prominente líder.
Sin embargo, esto no explica completamente lo que sucedió. Si el problema comienza con un hombre prominente y respetado, debe ser que una chispa de verdad hay en esto, proveniente de su alma, que proporciona un motivo real para la disputa.
¿Cuál era esta verdadera intuición por parte de Koraj?
"Koraj era un hombre sabio, ¿qué lo llevó a esta tontería?" Pregunta el Midrash [Bamidbar Rabba 18:8].
Este error fue por una necedad, caracterizada por la falta de capacidad para discernir entre diferentes niveles de realidad. Como esta dicho: "Para el borracho, el mundo entero parece ser una llanura plana". La suposición de que no hay diferencia entre los levitas y los sacerdotes, expresado en el clamor: "Todos ellos son santos" [Números 16:3], tiene sus raíces en el valor natural innato de Israel, que en verdad son "todos santos".
Fue necesario encontrar, luego en la historia del pueblo de Israel, un ejemplo práctico que reflejara este valor innato, y es por esto que la Mejilta (un midrash halájico para el Libro del Éxodo) explica que Koraj: "vio que Samuel (el profeta) descendería de él".
Cuando Silo (la primera capital del reino de Israel) fue destruido, el profeta Samuel no se apresuró a construir el Templo, a pesar de que David ya había preparado planes detallados para ello. El Arca Sagrada fue luego capturada y no fue devuelta a su sitio sagrado. ¡Fue entonces que Samuel, el levita, asumió el papel de Sumo Sacerdote! (Basado en el libro del Zohar) Samuel se demoró en establecer el reino. Y el Sanedrín, la institución judicial central le exigió a Samuel que actue: "Tú te levantarás al lugar santo" [Deuteronomio 17:8], y en lugar de esto Samuel cambio esta decisión, y viajó de ciudad en ciudad dentro de Israel. De esta forma, en la práctica, el enfoque que Koraj presento a Moisés en su momento - el abolir las instituciones nacionales - fue ¡Instituido y llevado a la práctica por su descendiente! Y de aqui la fuente del error de Koraj.
La respuesta a este enfoque es que el tiempo de Moisés era muy diferente de la era de Samuel. Ya que una situación única se presentó en tiempos de Samuel. El sacerdocio era corrupto. El liderazgo de la nación tuvo gran parte de la culpa en esto, dado que dio preferencia a los utensilios sagrados sobre la independencia política y las vidas de los Hijos de Israel, como se nos relata: "Respondió el que trajo la noticia (a Eli, Sumo Sacerdote y Juez de Israel) y dijo: Israel ha huido delante de los filisteos (una pérdida de independencia), además ha habido gran matanza entre el pueblo (el pueblo de Israel estaba muriendo), también han muerto tus dos hijos, Ofni y Finees, y el arca de Dios ha sido tomada (una tragedia personal)" [Libro de Samuel I 4:17]. Todo esto no le causó a Eli una gran conmoción, pero el versículo continúa: "Y sucedió que cuando mencionó el arca de Dios, Elí cayó de su asiento hacia atrás, junto a la puerta, se rompió la nuca y murió, pues era entrado en años y pesaba mucho. Había juzgado a Israel cuarenta años" [Ibid 4:18].
En esta situación, cuando el sistema de valores era contrario de lo que debería haber sido, era necesario suspender temporalmente los intentos de restablecer el servicio sagrado y establecer el reino, y ante todo dedicar todos los esfuerzos en educar a la gente. El resultado final de este proceso temporario fue el establecimiento del reino eterno de la casa de David y el Templo eterno en Jerusalén.
Esto es todo lo contrario de lo ocurrido con Koraj, que pensó lo temporal como un ideal eterno y confundió la situación posterior resultado de los hechos con una condición preferida a priori.